Cada vez que sale a la venta la panificadora del Lidl este blog recibe una gran cantidad de visitas porque sabemos que hacer pan no sólo consiste en comprar una máquina, tenemos que saber usarla y elegir las recetas adecuadas. Desgraciadamente muchas, quizá la mayoría, de esas flamantes panificadoras acaban guardadas y no se utilizan más porque después de un par de intentos fallidos decidimos que eso de hacer pan no es lo mío...
El pan de trigo y avena de hoy lo comparto especialmente para todas esas panificadoras nuevas, es un pan tierno y esponjoso pero con su corteza y su sabor a pan. Es importante que el pan no suba demasiado o la superficie no se horneará bien así que procuraremos poner la cantidad adecuada de masa y para el tamaño de la panificadora y también podemos cortar la masa con un cuchillo de lado a lado justo antes de que empiece el horneado, de esta manera el pan se abre y sube de una manera uniforme.
Intentaré explicar porque elegimos cada ingrediente ya que hacer pan es fácil pero cada detalle es importante. El resto del proceso es muy sencillo porque este es uno de esos panes que se hacen solos, el ideal para principiantes porque si los primeros panes salen incomibles la panificadora se va al trastero!
Ingredientes (para una cubeta grande con dos paletas amasadoras)
- 350 g de agua (1)
- 100 g de avena (2)
- 12 g de sal fina (3)
- 15 g de miel (4)
- 25 g de mantequilla (5)
- 500 g de harina de trigo de fuerza (6)
- 5 g de levadura seca de panadería (7)
(1) El agua es agua del grifo normal y corriente excepto si donde vives el agua del grifo no es buena para beber porque tiene mucha cal o no tiene buen sabor, entonces utiliza agua de botella a temperatura ambiente. Siempre podemos utilizar agua filtrada si es la que tenemos en casa. En muchas recetas para panificadora se indica que el agua debe ser templada y no sólo no es necesario sino que esto puede hacer que las masas acaben sobrefermentadas, el programa de la panificadora ya contempla un ligero calentamiento de la cubeta cuando es necesario por lo que el agua siempre a temperatura ambiente.
(2) La avena que he utilizado es la que venden en el Lidl, también se llama avena en hojuelas porque no se ven los copos enteros sino laminados y es la mejor para este pan ya que no hay que remojarla previamente al estar cortada en láminas finas.
(3) La sal que usaremos será fina porque se mezclará más fácil y homogéneamente en la masa. Una de mis leyendas urbanas favoritas es que si la sal y la levadura se tocan se autodestruyen, esto por supuesto no es así, piensa que estarán juntas durante todo el proceso y una complementará a la otra para equilibrar el levado: si no echásemos sal al pan la levadura no tendría freno y el levado sería rápido y excesivo, sin levadura por supuesto no levaría y con demasiada sal el pan quedará muy compacto porque impedirá a la levadura hacer su trabajo. Sólo debemos separarlas si usamos un programa con inicio retardado y van a estar horas mezcladas, en ese caso lo mejor es poner la sal en el agua y la levadura sobre la harina.
(4) La miel es simplemente azúcar y ésta es el alimento favorito de la levadura, puedes sustituirla por cualquier otro tipo de azúcar: azúcar blanquilla, azúcar moreno, Sirope de Ágave... cada una aportará su sabor particular pero todas harán el trabajo.
(5) La mantequilla la pondremos fría de la nevera y cortada en pedacitos, personalmente me gusta más como queda la masa con la mantequilla fría que si la ponemos derretida o a temperatura ambiente.
(6) La harina de fuerza no es la única harina con la que podemos hacer pan, ni siquiera es la mejor opción en general pero al principio es bueno usarla porque nos aseguramos que el pan va a tener mucha fuerza y subirá bien, hoy vamos a utilizar el programa nº 2 ESPONJOSO para darle un poco más de tiempo a la masa y que se desarrolle correctamente. También puedes poner la mitad de harina de fuerza y la mitad de harina de trigo normal, entonces usarías el programa nº1 para pan "normal" o "básico".
(7) La levadura que suelo usar en la panificadora es la levadura seca de panadería, la fresca está bien para panes dulces como los brioches y los roscones pero en general la seca funciona mejor en estas máquinas.
Preparación
- Saca la cubeta de la panificadora y coloca las paletas amasadoras, pon la cubeta sobre la báscula y ponla a cero. Ahora hay que ir añadiendo cada ingrediente según el orden en que están escritos y pesar cada uno poniendo a cero la báscula cada vez, así te aseguras de que las cantidades son correctas.
- Selecciona el programa nº 2 ESPONJOSO y dale al botón de arranque.
- No bajes la tapa todavía, mira y observa bien lo que pasa, verás como se va formando la masa... al principio está muy basta con la avena entera y la harina medio seca porque no ha tenido tiempo de hidratarse. Cuando van pasando los minutos la masa va tomando forma, estará suave y bien hidratada pero no blanducha, formará una bola cuando la máquina está en funcionamiento pero cuando para el amasado la masa caerá al fondo. En este momento debes decidir si la masa está bien y entonces podrás bajas la tapa y dejar que la máquina haga el resto del trabajo, o si está demasiado blanda (entonces añadirás una cucharada de harina, esperarás a que se amase bien y comprobarás si ya textura ya es la correcta) o si está algo reseca (en ese caso añadirás una cucharada de agua y esperarás a que se integre para decidir si es suficiente).
- Ahora ya puedes bajar la tapa y dejar que la máquina haga su trabajo.
- Cuando falten 60 minutos para terminar el programa empezará el horneado, verás que la masa ha levado y ese es el momento para hacer un corte longitudinal con un cuchillo afilado y de un centímetro de profundidad en la masa, esto te garantiza una subida uniforme del pan pero no es necesario hacerlo si no te apetece. Cuando el pan se está horneando si que es importante no abrir la panificadora porque perderá calor.
- Cuando termine el horneado la máquina te avisará con unos pitidos, entonces debes sacar la cubeta de la máquina y dejarla unos cinco minutos sobre una superficie que aguante el calor para que el pan enfríe un poco y se pueda desmoldar bien.
- Para sacar el pan de la cubeta la coges por los laterales, con unos buenos guantes de horno puestos, y la sacudes ligeramente, si el pan no sale puedes mover un poco las ruedas de las paletas para que se aflojen pero no demasiado o romperás el pan. Cuando el pan salga de la cubeta es posible que las paletas amasadoras estén dentro pero no intentes quitarlas hasta que enfríe.
- Pon la cubeta en el fregadero y llénala de agua, déjala un ratito a remojo y luego friegala normalmente. Debes ponerla en la panificadora bien seca y con las paletas dentro pero fuera de sus soportes, las colocarás en sus sitio cuando vayas a hacer pan de nuevo.
- Pon el pan a enfriar sobre una rejilla al menos durante seis horas. Cuando esté bien frío puedes colocarlo de lado y retirar las paletas amasadoras con ayuda del gancho que trae la panificadora, al estar frías salen bien.
- ¡Ahora ya puedes disfrutar de tu pan!
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