El yogur es un producto probiótico porque contiene colonias de microorganismos vivos que al ser consumidos mejoran la salud de nuestra flora intestinal y aumentan nuestra resistencia a las infecciones, alergias y otras enfermedades. Además, el yogur nos aporta calcio, magnesio y fósforo, tres minerales imprescindibles para mantener sanos y fuertes los huesos.
El yogur se consigue fermentando leche y resulta más digestivo que ésta ya que la lactosa (el azúcar de la leche) se convierte en ácido láctico que es bien aceptado por muchas personas con intolerancia a la lactosa. El yogur casero es muy sencillo de preparar y, además de su delicioso sabor, nos ofrece todas las ventajas de este alimento sin conservantes ni aditivos comerciales. Para conseguir un buen yogur casero es importante usar leche pasteurizada (la leche fresca que encontramos en las neveras del supermercado) en lugar de la leche UHT de larga duración.
El auténtico yogur se prepara solamente con leche y yogur pero se puede añadir una o dos cucharadas de leche en polvo si preferimos que el yogur sea más denso. Respecto al yogur que añadimos a la leche, aunque podemos usar uno de los que hemos preparado en casa, resulta mejor si le ponemos un yogur natural comprado procurando que su fecha de caducidad sea lo más lejana posible.
Ingredientes para 7 yogures
- 1 litro de leche entera pasteurizada
- 1 yogur natural
Preparación tradicional
- Templamos ligeramente la leche, su temperatura debe ser similar a la temperatura corporal de manera que si la tocamos no sentiremos frío ni calor, si calentamos demasiado la leche el calor matará los microorganismos del yogur. Mezclamos muy bien la leche tibia con el yogur. (Para calentar y mezclar la leche con el yogur ahora uso el MyCook porque me resulta muy cómodo, sólo hay que poner el yogur y la leche en la jarra y programar 3 minutos 40º velocidad 4.)
- Llenamos los tarros con la mezcla y los colocamos en la yogurtera sin las tapas.
- Ponemos la tapa a la yogurtera y la encendemos durante 8 horas. Es muy útil usar un programador para asegurarnos de que no está demasiado tiempo enchufada o los yogures quedarán demasiado hechos y presentarán bolsas de suero.
- Yo suelo prepararlos por la noche y cuando me levanto por la mañana la máquina está desconectada y los yogures han enfriado un poco así que sólo hay que ponerles sus tapas y guardarlos en la nevera. Debemos esperar 8 horas antes de consumirlos para que se cuajen completamente.
- Los yogures se conservan durante 7 días en la nevera.
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