Estos cupcakes de chocolate y fresa son mis favoritos, la magdalena de chocolate negro resulta muy esponjosa y el frosting de queso crema con pasta de fresa es muy refrescante y nada empalagoso. He probado otras recetas para las magdalenas, incluso algunas con ingredientes menos habituales y ninguna me queda tan sabrosa y esponjosa como esta.
Es importante el tamaño de las cápsulas de papel que utilizamos, la receta es suficiente para 12 cupcakes grandes pero si usamos cápsulas pequeñas, las típicas de magdalenas, entonces salen unos 18 y tenemos que hornearlos en dos tandas sólo durante 15 minutos.
Ingredientes
Para las magdalenas
- 230 g de harina de trigo para todo uso o de espelta blanca
- 50 g de cacao puro Valor
- 150 g de azúcar
- 1 sobre de levadura de repostería (Royal 16 g)
- 2 yogures naturales (250 g)
- 80 g de aceite de girasol
- 2 huevos
- 4 cucharadas de leche entera (60 g)
Para la cobertura o frosting
- 120 g mantequilla a temperatura ambiente
- 300 g de icing sugar o azúcar glass
- 1 cucharada de pasta de fresas
- 120 g queso crema frío tipo Philadelphia
Preparación
Encender el horno a 200ºC. Preparar un molde para muffins colocando los moldes de papel en cada hueco. Echar los huevos y el azúcar en un bol y batir con el batidor eléctrico de mano hasta que se forme una crema. Añadir el aceite y seguir batiendo, echar los yogures y la leche, batir hasta incorporar. Pesar la harina, el cacao y la levadura y tamizarlo sobre la mezcla anterior, remover con ayuda de unas varillas pero sin batir, justo hasta que esté bien integrada. Llenar los moldes casi hasta arriba y meter la bandeja en el horno, bajar la temperatura a 190º y hornear durante 20 minutos, no conviene pasarse porque se secarán. Colocarlos sobre una rejilla para que enfríen totalmente.
Para prepara la crema, batimos la mantequilla con el azúcar glass pero primero lo mezclamos bien con una espátula para que el azúcar no salga volando, yo he usado la batidora eléctrica de varillas. Una vez se ha mezclado bien, añadimos todo el queso crema frío según sale de la nevera y la pasta de fresa, batimos hasta que esté bien mezclado y emulsionado. Ponemos la crema en una manga con una boquilla estrellada y vamos cubriendo cada cupcake, añadimos la decoración que nos guste.
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