Mientras hacía este pan pensaba como cambian las cosas... hace un par de años podía tardar dos días en hacer un pan y éste lo hice en menos de ¡dos horas!. Está claro que el resultado no es el mismo pero es un pan muy rico sobre todo para comer casi recién hecho.
Otras cosas han cambiado, antes hacía panes de harina de trigo y ahora de espelta, antes consultaba mis libros y ahora la tablet. Esta que veis detrás del pan ya vive en mi cocina cómodamente apoyada en su soporte, todo un descubrimiento, hoy en día hay accesorios como éste que facilitan mucho las cosas.
Un cambio importante al que todavía me estoy adaptando es mi nueva cámara de fotos, por fin tengo una decente pero por ahora sólo controlo el enfoque: cerca o lejos como en Barrio Sésamo. Espero llegar a hacer fotos estupendas, poco a poco...
Ingredientes
- 300 g de agua
- 10 g de sal fina
- 1 cucharada de miel
- 500 g de harina de trigo* o de espelta blanca**
- 5 g de levadura seca de panadería
*Si lo haces de trigo pon la mitad de fuerza y la otra mitad de harina para todo uso, también puedes comprar harina panadera.
**Si lo haces de espelta no te olvides de añadir una cucharada de gluten de trigo para mejorarlo.
**Si lo haces de espelta no te olvides de añadir una cucharada de gluten de trigo para mejorarlo.
Elaboración
- Ponemos todos los ingredientes en el orden escrito en la cubeta de la panificadora y arrancamos el programa de pan normal, suele ser el programa nº 1.
- Esperamos a que amase, haga un pequeño reposo y amase de nuevo. Cuando va a comenzar el primer levado sacamos la masa y le damos forma de bola, la colocamos sobre un trozo de papel de hornear y la metemos en la cazuela, Cocotte, Pirex o Combo de hierro, todos valen. Tapamos y lo metemos en el horno (sobre la rejilla) y lo encendemos a 225º. Pasada media hora bajamos la temperatura a 200º y lo dejamos 15 minutos más.
- Ahora podemos quitar la tapa o sacar el pan, lo que nos resulte más cómodo, lo hornearemos así 10 minutos para que coja un bonito color tostado.
- Lo colocaremos sobre una rejilla para que enfríe durante una hora y ya podemos comerlo, este pan resulta más rico cuando está casi recién hecho.
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